A parte de su gato Cúrcuma, leer, leer y leer es lo que más le interesa a Max, una niña de diez años que no entiende porqué los adultos están siempre mandando y decidiendo por los otros.
A Max le gustaría tener una amiga con quien pudiera compartir lecturas y conversaciones, pero ni siquiera se atreve a hablar con Múnia, la niña nueva que lleva una bolsa con la imagen de Matilda de Roald Dahl, que es su heroína.
Un día, al volver de la escuela, se da cuenta de que en el callejón de detrás de su casa hay unos boles de comida para gatos y decide investigar quién es el que alimenta a los gatos de la calle. Será entonces cuando conocerá a Mamigat, quién la acercará a la realidad de aquellos felinos al mismo tiempo que se irá tejiendo una amistad entre ellas. Porque Mamigat siempre escucha y habla poco, muy diferente a lo que hacen el resto de adultos.
Un libro del premiado Jacques Goldstyn, autor de Las estrella
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