[familias]
Quizá algunas personas, como yo, han conocido a Francesco Tonucci a través de sus tiras cómicas. En ellas, con una puntería admirable, retrata las carencias del sistema educativo, la falta de empatía hacia la infancia y, a menudo, la estupidez y la ceguera adultas.
En Per què la infància, Tonucci apuesta definitivamente por la infancia. Su libro no es un manual sobre cómo educarla o acompañarla, sino una declaración de intenciones, una serie de reflexiones y pensamientos sobre lo que piensan las criaturas de la escuela, la ciudad, el juego libre y el tiempo en familia. Tonucci cree firmemente que cada niña y niño tiene todas las capacidades y habilidades para aprender y vivir libremente. Son, en el presente, personas plenas a quienes debemos escuchar y valorar. ¿Podremos crear, como sociedad, un mundo más amable con la infancia?
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