Malvarina está más que convencida: ha decidido que… ¡quiere ser bruja! ¡Sí, sí! ¡Como lo leéis!
Pero llegar a ser bruja en el lugar donde vive no va a ser una tarea nada fácil.
Su casa se encuentra en un valle lúgubre y encantado. Un valle gobernado por tres brujas a quienes todos temen y que hacen que el hechizo al que tienen sometido el lugar, no desaparezca nunca.
Un día, la niña decide llamar a la puerta de la casa de las tres brujas. Ellas, en un principio , no quieren saber nada pero después deciden acogerla para enseñarle todo lo que necesita para que consiga su objetivo: gato negro, risa malèfica, varita màgica, pociones…Y es que Clío, Molsa y Cornelia necesitan una heredera que sea tan malvada como ellas.
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