Hemos leído manuales, consultado blogs, escuchado podcast y seguido consejos de parientes para educar las criaturas. Ahora daremos el último paso: escuchar la genética.
A menudo hemos oído a familias diciendo que las niñas o niños de su casa no se parecen en nada. A pesar de educar con los mismos valores y límites el resultado es absolutamente distinto. Danielle Dick, genetista y psicóloga del comportamiento, nos da la clave cuando nos explica que buena parte del comportamiento humano se basa en su código genético. La educación, por tanto, debería tener en cuenta preferencias y personalidad ajustándose según el caso. Quizá esto rebajaría el nivel de estrés de las familias y se ganaría en bienestar mental.
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